
Rata Blanca o Kraken, son referencias directas de nuestro orgullo latinoamericano, son un pequeño ejemplo del talento y de la realidad creativa de este continente. Pero también debemos recordar casos puntuales, como el de sepultura; que a pesar de interpretar letras en un idioma ajeno al nuestro. Nunca se apartaron de su realidad geográfica y cultural; y así como ellos, muchas agrupaciones más se identifican con sus procedencias geográficas; la gente de Cultura Tres es otro ejemplo vivo, ya que ellos mismo se denominan como banda de metal Latinoamericana.
A algunas personas el metal en castellano les sigue dando urticaria y no tienen esperanzas de reforzar un mercado latinoamericano que compita con la fortaleza de Anglosajones, alemanes y nórdicos. Es ridículo que a estas alturas los cuatrocientos millones de hispanoparlantes no disfruten también de esos otros sonidos cultos, gratificantes y reivindicativos entre tanta música fácil y alienante. Calidad musical tenemos; solo necesitamos es confianza para así fortalecer nuestra identidad latina en todo el mundo. Debemos sentirnos orgullosos de escuchar Hermética, Tren loco, Masacre, torre de marfil; ellos son parte del metal de nuestra esencia.
Emilio Pino
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